domingo, 19 de julio de 2015

Y entonces, nos encontramos aquí.

A mis casi 22 años me he decidido a abrir un blog personal. Para qué, aún no lo descubro, pero nos encontramos y estamos coqueteando, iremos por un café y quizás después al cine, con suerte nos encontraremos algunas veces más hasta que sea inevitable dejarnos de ver.

A 10 días de mi cumpleaños número 22, me encuentro de vacaciones. Aterrorizada por entrar a mis últimos dos semestres de la licenciatura. Muy estúpidamente (quizás) porque ya seré un adulto, con obligaciones y responsabilidades de adulto. Soy de esas personas que todavía dice "Cuando yo sea grande...". Perdón, así soy para algunas cosas.

Vivo en Ciudad Obregón, Sonora, México el lugar con la MEJOR CARNE ASADA DEL MUNDO (estoy segura que habrá alguien por ahí que lo secunda). ¿Cómo es Obregón? Bueno, el pasto es verde y las chicas son hermosas, hace mucho calor y es muy húmedo. Las personas que lo habitan son TURBO sangronas en su mayoría. No lo digo yo, lo demuestran sus acciones. Pero estableciendo confianza y amistades, es muy apacible vivir aquí a pesar de estar dentro de las ciudades más violentas del mundo, que en mi opinión, es mucho amarillismo. Digamos que no es un punto muy turístico, como San Carlos o Puerto Peñasco, pero hay lugares dentro y fuera de la ciudad que vale la pena descubrir y disfrutar. A pesar de querer tanto a mi ciudad estudio en Hermosillo, capital del hermoso estado de Sonora, ahí también el pasto es verde y las chicas son lindas, pero hace un calor seco y abrasador. Luego les comento más de ahí.

Les platicaré un poco de mis gustos.
Amo a mis perros, son hermanos y se llaman Keny y Arenita. Son mucho muy dulces y efusivos al conocer personas, les encanta dormir encima de uno y comer pollo asado.
Una foto publicada por Mariana Cauich (@marianitastar) el

Estudio para ser docente. A pesar de tener 3 años estudiando, descubrí que realmente era lo que me gustaba. Me veo haciendo esto aunque no me paguen. Lo disfruto y me hace feliz, y a que venimos a esta vida si no a ser felices.
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Otra cosa que me hace feliz es maquillarme y vestirme. Siempre he dicho que  si no fuera maestra me hubiera gustado ser diseñadora de modas o cosmetóloga. La mayoría de las veces prefiero estar con mi cara hidratada, con protector, algo de rimel y un poco de color en los labios, pero el ritual que implica escoger los productos, probarlos, combinarlos, y lograr ese look que digas, SÍ, SOY YO, personalmente me fascina.


Por cierto, soy Mariana Josefina, mi color favorito es el amarillo y me encantan las rosas blancas.